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Cuerpos extrañosPic

Los cuerpos extraños pueden depositarse dentro del oído, garganta o nariz de diversas formas; son más frecuentes en los niños menores de 6 años que suelen introducirlos por si mismos. En los adultos se presentan de forma accidental, como podría ser por el uso de cotonetes. En en ocasiones estos cuerpos extraños pueden ser insectos que se adhieren a la piel del conducto auditivo externo o causar perforaciones de la membrana timpánica. Los cuerpos extraños nasales son comunes dentro de los pacientes pediátricos y los síntomas incluyen obstrucción nasal, moco purulento unilateral y mal olor. En la garganta los más comunes son causados durante la ingestión de alimentos, como espinas de pescado, huesos de pollo, etc. La extracción del cuerpo extraño debe hacerse con cuidado y con instrumental adecuado para evitar complicaciones y en el caso de los niños algunas veces bajo anestesia, para prevenir daños adicionales. En general los cuerpos extraños pueden retirarse en el mismo consultorio mediante el empleo de succión, pinzas o cucharillas; puede ser necesario el uso de endoscopios y microscopio para una mejor visualización.